Un mito cuenta una historia. Permite, a través del relato preservado por la tradición oral, adentrarse en la mente, en la vida, en las costumbres, en los valores y en los principios de quienes se ubican en la base de una civilización.
Es un relato adaptado a un momento puntual, da cuenta de alegrías, pero también de tristezas. De triunfos y de derrotas. Nos transmite una cosmovisión más precisa, nos relata la forma de vivir y de pensar de un grupo de personas en un momento particular, lejano. El mito nace para responder a incógnitas, despejar dudas, brindar seguridad, tranquilidad. El mito es realidad, pero también es fantasía. El mito se funda, el mito enseña. El mito invita a reflexionar.